Por Antonio Olmo Vega

Árbol adulto de granado (Punica granatum L.) en plena producción // Región de Murcia digital

Ante situaciones medioambientales adversas, muchos seres vivos tienen la capacidad de desplazarse para poder encontrar mejores condiciones. Dado que las plantas no poseen esa capacidad de movimiento, han desarrollado una serie de mecanismos morfológicos, fisiológicos y bioquímicos de defensa para poder adaptarse bajo condiciones de sequía, salinidad, inundación, etc. El TFM que he presentado es la continuación de un trabajo previo ya publicado (Olmo-Vega et al, 2015) donde se estudiaba las respuestas fisiológicas del granado en condiciones de inundación. Se obtuvo resultados interesantes y se profundizó en este TFM en la parte bioquímica de esas respuestas.

El granado (Punica granatum L.) es uno de los cultivos frutales más tolerantes a la salinidad y a las condiciones de sequía, donde los mecanismos de adaptación son similares. Sin embargo, los mecanismos de respuesta de las plantas a la inundación son distintos, ya que se limita la concentración de oxígeno del suelo y se produce asfixia radicular y esto no ha sido documentado en granado.

Como conclusión, se obtuvo que pese a que el granado sea altamente tolerante a la salinidad y a la sequía, es muy sensible a la inundación existiendo diferencias entre las tres variedades más cultivadas en España: ‘Mollar de Elche’, ‘Valenciana’, ‘Wonderful’. De las analíticas realizadas, la que probablemente determine esa diferente tolerancia entre variedades sea la producción de la hormona ácido abscísico (ABA), ya que la variedad más sensible ‘Valenciana’ y la única que sufrió daños en el aparato fotosintético fue también la única que no presentó acumulación de ABA foliar. Esto indica que el cultivo de esta variedad en zonas con suelos proclives a la inundación, está desaconsejado.