España se afianza como primer país de la Unión Europea en superficie dedicada al cultivo ecológico y entre los cinco mayores productores del mundo. El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente dispone ya de los primeros datos sobre la producción ecológica en España correspondientes al año 2016, que confirman la tendencia de crecimiento sostenido y la consolidación de este sector.

La superficie dedicada a este tipo de producción ha aumentado un 2,5% respecto al año 2015, alcanzando casi 2.019.000 hectáreas. La mitad se destina a pastos permanentes, una cuarta parte a cultivos de tierras arables y la otra cuarta parte a cultivos permanentes. Destaca la superficie calificada en conversión, que se ha triplicado respecto al año anterior, lo que muestra su potencial.

Por lo que respecta a los operadores, su número total se ha incrementado un 5,3% hasta alcanzar una cifra de 39.744, registrando aumentos en todas las categorías: productores (4,4%), industriales (9%), importadores (23%), exportadores (27%) y comercializadores (17%). Estos datos ponen de relieve el incremento del número de operadores en las fases posteriores de la cadena alimentaria debido al incremento de la demanda.

En producción vegetal destaca el aumento de hectáreas dedicadas a cereales, tubérculos, hortalizas, frutales, frutos secos, cítricos y viñedos. En cuanto al sector animal, se incrementa el número de explotaciones, destacando las de bovino de leche cuyo número se duplica. Crece, en menor medida, el número de explotaciones de bovino y ovino de carne, y de aves de corral. El número de cabezas de ganado también aumenta, destacando las aves de corral que han visto multiplicadas por dos sus cifras, y un incremento más suave en el número de cabezas de bovino, caprino y gallinas de puesta.

Por lo que a las industrias agroalimentarias se refiere, estas han registrado un crecimiento positivo (9%) llegando a 5.663 aquellas relacionadas con la producción vegetal y a 952 las vinculadas con la producción animal. Mientras el número de las primeras ha aumentado en todas las categorías, entre las segundas han disminuido las industrias lácteas y aumentado el resto.

Controles

Los productos ecológicos, también llamados biológicos u orgánicos, están sometidos a un sistema de control oficial regulado por normativa comunitaria, en el marco del Plan Nacional de Control Oficial de la Cadena Alimentaria. El programa de la producción agrícola ecológica tiene, entre otras exigencias, realizar al menos una visita anual a los distintos operadores de la producción ecológica (productores, transformadores o comercializadores). El número total de controles oficiales realizados en 2016 ha sido de 46.632. En el curso de estos controles, se han analizado 4.473 muestras, que suponen un 11% sobre el total. De estas solo el 7% han tenido un resultado analítico desfavorable

El número de incumplimientos (irregularidades o infracciones) ascendió a 942 en el año 2016, frente a 965 en el año anterior. Estos datos demuestran que el nivel de cumplimiento es muy alto, situándose solo en un 2% el porcentaje de operadores controlados con incumplimientos.

Estrategia ecológica

Por otra parte, la estrategia para la producción ecológica 2017-2020 priorizará el refuerzo del consumo interno y la comercialización, así como la mejora de la vertebración sectorial, según el borrador al que ha tenido acceso Efeagro y que recoge cerca de 40 líneas estratégicas distribuidas en cuatro objetivos.

El documento final del Ministerio de Agricultura está previsto que se presente oficialmente en octubre, según han avanzado fuentes del sector, y recogerá algunas de las alegaciones presentadas al borrador por miembros de la cadena agroalimentaria convencional y ecológica.

Esta estrategia no cuenta con un presupuesto concreto, si bien recoge que se pueden establecer partidas, una vez aprobados los Presupuestos Generales del Estado, para los años de vigencia del programa, con el fin de desarrollar las actuaciones que no puedan ejecutarse con medios propios del departamento.

En el borrador se recuerda, no obstante, que un 6% del Feader que ha recibido España para el periodo 2014-2020 se ha destinado a la agricultura ecológica, unos 485 millones de euros.

La agricultura biológica española es un sector pujante. No obstante, el consumo interno es una de las asignaturas pendientes. El sector exporta actualmente la mayoría de su producción, aunque es un momento favorable para fomentar el consumo ecológico y evitar esa gran dependencia de los mercados exteriores, ante la evolución positiva de la economía española.

A pesar de que el consumo interno experimenta desde hace años cuotas de crecimiento de dos dígitos (del 24,5% en 2015 respecto a 2014, año que también subió el 18,3% frente a 2013), aún es muy bajo y es preciso facilitar el acceso a este tipo de productos.

El modelo de venta de ecológicos se aproxima cada vez más a la tendencia creciente en otros países del entorno, en lo que prima la presencia bio en el canal convencional, aunque en España la distribución minorista especializada tiene aún un peso muy elevado. La estrategia apunta la necesidad de mejorar el acceso del producto eco a todos los canales de distribución para que entre en la normalidad respecto a su puesta a disposición del consumidor, diversidad, regularidad, omnipresencia, diferencial de precio, presentación y conocimiento.

La confianza del consumidor a la hora de comprar bio es clave, de ahí que la estrategia hará hincapié en informar del sistema de control y certificación, así como de sus sellos distintivos.

Respecto a la vertebración sectorial, el Ministerio aboga por impulsar el fortalecimiento de entidades representativas del sector, por lo que plantea que la existencia de interlocutores representativos de toda la cadena alimentaria es la mejor garantía de que las medidas implementadas por las administraciones sean la respuesta que requiere en cada momento el sector.

Apoyar la consolidación de la producción ecológica —el 68% de la superficie nacional eco se concentra entre Andalucía (51%) y Castilla-La Mancha— pasa por buscar soluciones para fomentar la ganadería eco, así como la acuicultura, ante la preponderancia de los sectores ligados a la producción vegetal.

Según apunta el Mapama, la industria de transformación ha experimentado un crecimiento no armónico y se debe incorporar un valor añadido que hoy día se va a países del entorno. El desarrollo del valor económico de la producción ecológica contribuye a crear un modelo de puestos de trabajo más especializados y mejor remunerados; y el borrador destaca el papel de la agricultura bio en el medio rural y en la fijación de poblaciones, así como en forma de oportunidades para jóvenes y mujeres rurales.

Por otro lado, asegura que la producción ecológica es una “excelente herramienta” para afrontar el reto del sector a la hora de afrontar la cada vez mayor integración de los aspectos medioambientales y de lucha contra el cambio climático en las políticas sectoriales, lo que puede suponer un elemento adicional para reforzar la competitividad en los distintos mercados.

La agricultura ecológica contribuye además a dos prioridades de la UE relacionadas con el medio ambiente y el cambio climático: mejorar la biodiversidad, la gestión del agua y prevenir la erosión y mejorar la gestión del suelo; y promover la eficiencia de los recursos para ir hacia una economía baja en carbono y resiliente en la agricultura e industrias agrarias.

El borrador incide en que la revisión de la PAC que se está abordando seguirá reforzando el papel de la producción ecológica en la mejora de la situación medioambiental.

El sector ecológico ha valorado la estrategia para la producción bio del Ministerio de Agricultura que ayudará a su consolidación y facilitará su crecimiento ordenado, ya que depende de la exportación y por tanto se debe potenciar el mercado interno, aún bajo, pero con una progresión importante.

Tanto el presidente de Ecovalia, Álvaro Barrera, como el de Intereco, David Samper, han coincidido en felicitar al Mapama por este plan, si bien reclaman una dotación presupuestaria concreta y suficiente para poder llevar a cabo todas las acciones.

Samper ha señalado que Intereco considera que esta estrategia es la que necesita el sector, considerado hasta hace poco como minoritario, pero cuyos datos muestran que “su consolidación ya es un hecho”.

Esta estrategia es, a juicio del presidente de Ecovalia, “esencial” para desarrollar el mercado interno de productos ecológicos y asegurar la evolución del sector, ya que hoy por hoy España “es líder, eso es toda una realidad”, y para “mantener esta situación destacada todos debemos hacer una apuesta decidida”.

Los cuatro objetivos generales de la estrategia para la producción ecológica 2017-2020 son: fomentar el consumo interno y mejorar la comercialización de productos ecológicos; contribuir a una mejor vertebración sectorial de la producción ecológica; apoyar el crecimiento y la consolidación de la producción ecológica, con especial atención a la ganadería ecológica y al sector industrial; y estudiar el papel de la producción ecológica en la política del medio ambiente y adaptación al cambio climático. Estos objetivos recogen a su vez una serie de líneas estratégicas que servirán de base para orientar las actuaciones del Ministerio de Agricultura, que se conocerán en otoño.

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Fuente: Valenciafruit