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El Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), dependiente de del departamento de Innovación, Investigación y Universidad, está trabajando el diagnóstico y prevención de resistencias que determinadas poblaciones de malas hierbas han desarrollado frente a algunos herbicidas.

El investigador Gabriel Pardo, de la Unidad de Sanidad Vegetal del CITA, en colaboración con las investigadoras Alicia Cirujeda y Anabel Marí, junto con técnicos y agricultores afectados, está realizando ensayos para confirmar que los fallos en el control de algunas poblaciones de malas hierbas, con determinados herbicidas, se deben a la aparición de un fenómeno de resistencia. El caso es análogo al que describen los médicos cuando dicen que una determinada bacteria resistente no muere con un antibiótico, cuando antes si lo hacía.

En el caso de las malas hierbas, la resistencia es la capacidad que han desarrollado ciertas poblaciones de malezas para sobrevivir y completar su ciclo biológico, cuando se les aplica un herbicida en sus dosis normales, cuando haciendo lo mismo, antes morían, y además esta capacidad para sobrevivir al herbicida debe ser heredable.

La aparición de este fenómeno de resistencia implica que una herramienta normalmente barata, eficaz, y de fácil aplicación como son los herbicidas, queda inutilizada. Por ello, los agricultores deben establecer unas pautas de uso de estos herbicidas para que la aparición de este fenómeno de resistencia, si se produce, sea lo más tarde posible.

En la actualidad, en el mundo, hay casi 500 casos de resistencia descritos que implican a 250 especies. En España se han descrito resistencias en al menos 35 especies diferentes de malas hierbas.

El Investigador ha centrado su trabajo en confirmar la resistencia en tres grupos de especies:

— Del género Conyza que suelen infestar cultivos leñosos como olivos y frutales en sistemas de mantenimiento de suelo de no-laboreo o laboreo reducido. Para el control de estas malas hierbas, el glifosato suele ser el herbicida más frecuentemente aplicado, pero su uso masivo y el hecho de que Conyza spp. sea propensa a desarrollar resistencias a herbicidas han hecho aparecer biotipos resistentes en zonas de Aragón. A pesar de que el glifosato es una materia activa con poca tendencia a generar resistencias.

— También Echinochloa spp. , conocida en Aragón como “milleta” que es la especie más problemática en los arrozales aragoneses está dando quebraderos de cabeza a los agricultores. Una de las familias de herbicidas más usados en arroz es la de los inhibidores ALS. Como en el caso anterior el uso intensivo de estos productos ha ocasionado la aparición de varios casos de resistencia tanto en la zona arrocera de la provincia de Huesca como en la de Zaragoza.

— El último caso estudiado hasta ahora en el CITA es el de Rapistrum rugosum, (amarillera) una mala hierba que crece en el cereal de invierno. Diferentes ensayos han confirmado la resistencia de poblaciones de Rapistrum rugosum en campos de las comarcas de Monegros y de Cinco Villas frente a algunos herbicidas de las familias de las sulfonilureas.

Fuente: VALENCIA FRUITS. REDACCIÓN.